La medicina china y el dolor

El dolor, algo que lleva de cabeza a profesionales de la salud y a las personas que lo sufren, y a días de hoy, sigue siendo uno de los mayores desafíos para la medicina moderna, sobre todo, cuando de dolor crónico se trata. Todos padecemos dolor o incapacidad en uno u otro momento de nuestra vida. El dolor es una experiencia desagradable asociada con el daño. Puede aparecer por accidentes o heridas o cualquier tipo de dolencia (ya sea artritis, reumatismo, o una enorme variedad de problemas físicos e incluso por perturbaciones psico-emocionales) y no hay parte alguna del cuerpo que esté exenta de esta dolencia (cabeza, torso, cualquiera de las extremidades u órganos internos), causando distintos tipos de dolor, como migraña, dolor de garganta, dolor de hombro, dolor articular, dolor abdominal, o dolor en la espalda, por mencionar algunos de los más frecuentes.

Relación dolor – protección

young male holding his back in painSea cual fuere la causa, el dolor, en especial el dolor crónico, va más allá de la simple molestia física, porque:

La realidad es que aunque se diaboliza al dolor, es la única manera que tiene nuestro cuerpo de avisarnos sobre un problema serio, que algo no anda del todo bien, es la manera que tiene de protegersede daños mayores, en este sentido podemos decir que evitar el dolor detectando y tratando su fuente es evitar el desarrollo de problemas o dolencias más severas.

Pero realmente, qué es el dolor?

Desde el punto de vista científico las señales asociadas al dolor se transmiten a través de unos receptores especializados del sistema nervioso que se encuentran en la piel y otros tejidos, respondiendo a estímulos nocivos, como heridas, inflamaciones o daño tisular, que tras recibirlo emiten una serie de señales químicas y eléctricas que viajan a través de las neuronas hasta la médula espinal y, a través de ella, hasta el cerebro, donde finalmente se interpretan como dolor.

La Medicina China tiene un punto de vista diferente al de la medicina convencional. Para empezar, para la medicina china no existe la enfermedad, simplemente hablamos de un desequilibrio entre las diferentes energías y elementos que tiene todo organismo vivo, cuando este desequilibro se rompe, aparece la «enfermedad» y en ocasiones, puede cursar con dolor. Normalmente, el dolor en medicina china es un estancamiento de energía o de sangre, cuando la energía no fluye de la manera que lo ha de hacer, se «estanca» en alguna parte del cuerpo y eso hace que haya dolor (existen otras causas, pero esta suele ser la más habitual).

Sea cual sea la causa, el dolor puede tener multitud de orígenes, aunque podríamos englobarlo (de manera general) en dos tipos de dolores:

El dolor agudo

Por norma general se caracteriza por una aparición brusca, suele tener una duración relativamente corta, y no hay demasiada afectación de los sistemas nerviosos central y periférico, la evolución es predictible, y, en la mayoría de casos, pronóstico favorable. En términos de medicina convencional, suele ser el resultado de una herida, un proceso quirúrgico, o una inflamación con causa bien definida. Normalmente cede y desaparece con cierta facilidad al someterse a la terapia adecuada o al desarrollarse el tratamiento de la causa inmediata (por ejemplo, un postoperatorio).

Esto, la medicina moderna, lo tiene relativamente bien gestionado: uso de AINES (Antiinflamatorio no esteroideos) que son principalmente antiinflamatorios, analgésicos y antipiréticos, junto con el uso de ansiolíticos, antidepresivos y neurolépticos, y en caso de que el dolor sea muy fuerte, llegan a usar opiáceos (menores o mayores, en función de la intensidad del dolor).

Dolor crónico

dolorEste es el que lleva más de cabeza a la medicina moderna ya que el dolor crónico es completamente diferente. Es el tipo de dolor que suele resultar más preocupante, entre otras cosas porque dura más de lo que se supone que lo causó (por ejemplo, persiste meses o años después de una operación o de una lesión traumática). Este tipo de dolor resulta muchas veces difícil de aliviar o curar, y puede presentarse incluso sin que exista daño tisular o causa física que lo justifique. El hecho es que muchos casos y tipos de dolor crónico (fibromialgia, por ejemplo) no pueden explicarse claramente desde el punto de vista de la medicina convencional. Se observa con cierta frecuencia que no existe daño en los tejidos o, que si existió, ha sido reparado, pero el dolor continúa, pudiendo resultar muy debilitante y deprimente y requiriendo un tratamiento específico.

Aparte del daño tisular, hay otros síntomas asociados al desencadenamiento del dolor, como la tensión muscular, los espasmos, la rigidez o la debilidad. Puede acaecer también cierto grado de pérdida de movilidad o funcionalidad, relacionada con la restricción voluntaria que el paciente impone a la parte que duele para evitar el dolor. Se ha podido observar que, independientemente de la causa, el dolor persistente o crónico se agrava con los sentimientos de frustración, rabia o miedo, que lo hacen más intenso y dificultan su tratamiento.

El dolor crónico se agrava con la tensión, la frustración, la rabia y el miedo; al mismo tiempo, el propio dolor causa estos sentimientos que lo realimentan, con lo que entramos en un círculo vicioso, difícil de romper, además que el dolor crónico, interfiere con la vida y actividades normales a nivel físico y emocional, con lo que se empeora la calidad de vida de la persona que lo sufre, tanto en términos puramente físicos, como psicológicos e incluso sociales. El dolor crónico es una de las principales causas de sufrimiento e incapacidad en el mundo de hoy.

Y desgraciadamente la medicina moderna convencional está un poco impotente frente a cierto tipo de dolores crónicos y más cuando éste no corresponde a un daño físico real o una causa que pueda encuadrar claramente dentro de sus paradigmas neurológicos o anatómicos, con lo que el profesional se encuentra forzado a comunicarle su impotencia al paciente. Frases como ‘no le ocurre nada’, ‘es nervioso’, ‘viene de la tensión’, ‘está todo en su cabeza’ o, en lengua médica, ‘es de origen idiopático’, se escuchan continuamente en cualquier consulta.

La solución ofrecida es intentar atajar mediante analgesia (uso de aines), acallando el impulso doloroso, lo que, en el mejor de los casos, cuando alivia o elimina el dolor, está privando al cuerpo de su sistema de alarma, puede estar encubriendo el desarrollo de patologías importantes. Por no hablar de la tolerancia o de los efectos secundarios de la mayoría de analgésicos y antiinflamatorios sintéticos cuando se emplean durante largo tiempo.

Afortunadamente cada vez son más los médicos convencionales que remiten sus pacientes difíciles a las consultas de Terapias Complementarias o alternativas a la medicina moderna, entre la que se encuentra la Medicina China para valorar las posibilidades que ofrecen estas técnicas en el control del dolor. Concretamente la Organización Mundial de la Salud (OMS) valida que la Acupuntura es muy eficaz en el alivio de:

  • Aliviar completamente o reducir considerablemente el dolor
  • Regular los umbrales de sensibilidad
  • Mejorar la capacidad de gestionar el dolor
  • Regular las emociones
  • Aumentar la energía vital
  • Aumentar la capacidad de realizar las funciones cotidianas
  • Mejorar la calidad de vida
  • Reducir o eliminar la dependencia de medicación potencialmente dañina

Pero todo esto, cómo es capaz de hacerlo la Medicina China?

Para empezar, hemos de tener en cuenta que la Medicina Tradiciona China es una medicina holística, es decir, que considera el ser como un todo único e indivisible, compuesto de una parte física (el cuerpo mismo), una parte espiritual (su alma) y una parte emocional por lo que en la valoración de la salud que se hace desde la Medicina China, se tienen en cuenta tanto aspectos emocionales, mentales, energéticos y físicos, y por otro, que todos los signos y síntomas se consideran personales, manifestaciones de desarmonías propias de una persona individual, única e irrepetible.

Es por eso que para la Medicina China no hay «enfermedad», sino un desequilibrio producido en la interacción de un individuo con su entorno, o entre diversos componentes de sus propios sistemas, por lo que identificados los patrones que provocan esa desarmonía y que dan como resultado las molestias que aquejan al paciente y le producen su dolor, se establecen los principios generales de tratamiento, que se dirigirán, por un lado, a aliviar o eliminar el dolor o molestia en sí, pero por el otro se orientarán también a resolver el problema o desorden de base, a reconducir todo su organismo a una situación de armonía donde el dolor como alarma resulte inútil. Haciendo un símil es como si se descubre en una pared aparece una mancha de humedad y nos empeñamos en darle una y otra capa de pintura, por mas que lo hagamos, si el problema reside en un escape de agua detrás de esa pared, esa mancha de humedad aparecerá una y otra vez, mientras no se soluciones lo que ocasiona la humedad, el problema no estará solucionado del todo. Es así como trabajamos desde la medicina china, por un lado atendemos el síntoma que lleva a la persona a la consulta y por otro se intenta eliminar el desequilibro de fondo que provoca ese síntoma.

Y cómo hacemos eso con la Medicina China?

Dentro de los principios terapéuticos, el de desbloquear, facilitar los flujos y restablecer la circulación normal es siempre prioritario en los tratamientos analgésicos.

El tratamiento en MTC se enfoca a eliminar el dolor y la desarmonía de base que lo produce. No se trata sólo de analgesia, sino de una rearmonización profunda del organismo, pero para ello usaremos diferentes técnicas propias de esta mileniaria medicina como son:

Las diversas técnicas son compatibles y combinables entre sí; el que se emplee una o varias de ellas depende de lo que la persona necesite, de sus características y ajustadas al desequilibro detectado por mi parte. En su conjunto, sea cual sea la técnica concreta a la que recurra, la Medicina China ofrece una visión distinta del problema del dolor, y su enfoque holístico, unido a la variedad y eficacia probada de sus técnicas, le permite ofrecer alivio y solución en muchos casos que resultan difíciles o imposibles contemplados desde otros paradigmas médicos, como hago en mi programa terapéutico anti-dolor.

Sobre david

David Herrero ha escrito 19 artículos en este blog.

Profesor, terapeuta y socio fundador de Centre Prana. Graduado en Shiatsu (Shiatsu-shi) formado en la Escuela de Shiatsu de Barcelona Prana. Graduado en Medicina Tradicional China formado en CENAC. Coach Life por QuantumBCN. Asociado número 11190 de APTN-COFENAT. Asociado número 80070 de la SAC-AAE. Terapeuta que aporto soluciones eficaces y naturales a problemas de salud cotidianos. Editor del blog divulgativo sobre salud natural y medicina china https://www.david-herrero.com/blog

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